Peter la sacó rápidamente.
-¿Estás bien? -dijo, agarrándola por los
dos brazos.
-Perfectamente -dijo ella, atrapada
todavía por aquella energía.
-Parece que perteneces al mar -le dijo
él, suavemente.
-Lo dudo -respondió Lali. Sin embargo, en
el caso de Peter aquello sí era cierto. Parecía una criatura marina,
hechizándola, atrayéndola. El agua la acercaba a él cada vez más. «Ve hacia
allí, es mágico, es mejor...», parecían decir las olas. Se dio cuenta de que
estaba cada vez más cerca, hipnotizada por el momento, por la mirada de Peter.
-Para ya -murmuró él.
-¿De qué?
-Te estás mordiendo el labio otra vez
–dijo él, acercándose. -¿Sí?
-Sí. Yo tengo una idea mucho mejor para
tu boca.
-¿Qué? -susurró ella.
-Esto... -cuando juntó sus labios salados
con los de Lali, ella no se sorprendió en absoluto.
El calor se extendió por su cuerpo y
emitió un sonido. Peter la atrajo suavemente hacia él, rozándola con la lengua,
esperando a que ella se abriera para él...
Aquello era una locura.
Lali rompió el beso y se apartó de Peter.
-Has dicho que nunca te acostabas con
compañeras de piso -dijo ella, intentando que su voz sonara indignada.
Peter se encogió de hombros. -Voy a
mudarme, ¿no te acuerdas?
-Esto es una mala idea. Mi vida está del
revés, y yo necesito toda mi concentración... -¿Toda tu concentración? Ella
tragó saliva.
-Estoy muy ocupada -¿demasiado ocupada
para los labios de Peter, para sus brazos, para pasar unas horas increíbles en
su cama? Su lado salvaje estaba luchando por ganar como un niño que quería
escapar del rincón del castigo.
-Eres taaan estricta... dijo él,
sacudiendo la cabeza y con la risa en los ojos. Pero ella vio que aceptaba su
decisión.
-Alguien tiene que serlo -dijo ella,
retirándose hacia atrás para evitar tirarse a sus brazos.
-¿Te vas? Si no hemos terminado de nadar.
-Yo sí he terminado -respondió Lali.
Había terminado de nadar en aguas infestadas de lujuria-. Y necesito dormir
algo.
-Podríamos hacer eso también.
-No, gracias -dijo ella mientras seguía
andando hacia atrás-. El objetivo era relajarse. Y ya estoy relajada. Muy
relajada -repitió, y antes de que él pudiera contradecirla, se dio la vuelta
para llegar a la orilla.
„¿Relajada?', se preguntó tristemente Lali,
unos cuantos minutos después, tumbada en la cama. Se había quitado la arena y
la sal en la ducha y se había metido corriendo en su habitación para evitar
otro encuentro con Peter. Pero lo último que sentía era relajación. Todavía
sentía sus labios, fuertes, cálidos y listos para lo que ella quisiera. Sentía
un cosquilleo en la boca. Pensó en la mirada de Peter clavada en ella,
observándola con una mezcla de curiosidad y aprecio mientras las olas se movían
a su alrededor, con aquella sensación mágica de que se pertenecían el uno al
otro. Demonios. Se estaba volviendo igual de débil que Cande.
Oyó que él entraba en casa, y después,
silencio. Se volvió hacia un lado, intentando dormirse. Finalmente, parecía que
estaba a punto de caer...
Bang... troc... clink... Peter estaba
dando martillazos contra una puerta o una pared. Después pareció que arrancaba
algo. ¿Qué? ¿Estaba trabajando a aquellas horas? ¿A mitad de la noche?
Podría levantarse y chillarle, pero ¿quién
sabía cómo podrían acabar? En vez de hacerlo, se puso la almohada por encima de
la cabeza. Al menos, estaba trabajando. Cuanto antes terminase de reformar la
casa, antes se alejaría de ella.
Aquella mujer tenía algo, pensó Peter,
intentando entender por qué la había besado, cuando todo en su cabeza le decía
que era una mala idea. Estaba tan bien en el agua... Parecía más suave, más
femenina, menos única. Desprendía una gracia y una sensualidad que ella,
seguramente, ignoraba que tenía. Aquella sensación lo había tomado por
sorpresa, y la había abrazado para sentir toda la energía contra su propia
piel, probarla con la lengua.
Sin embargo, sabía que no podía acostarse
con ella. Lali tenía razón con respecto a aquello. Si había alguna mujer que
haría que el sexo se complicara, esa era Lali. Quedarse en la casa de la playa
iba a ahorrarle mucho dinero... y quizá le proporcionase diversión, como llevar
a Lali a nadar aquella noche. Quizá podría enseñarle a navegar o a bucear. La
ayudaría. Era casi una ayuda benéfica, se dijo, con algo de cinismo.
Ya sabía que una de las formas de
ablandar su corazón era a través de la comida, así que tenía la intención de
cocinar platos increíbles hasta que ella quisiera que se quedara, sólo por
aquella razón por el momento, transformaría la galería en una oficina. Aquello
satisfaría su adicción al trabajo y haría que lo presionase menos para que
dejara la habitación.
Trabajó un rato más y tomó medidas para
instalar unas pantallas de Plexiglás nuevas. Eran las tres de la madrugada
cuando se fue a la cama. Tendría que levantarse a una hora decente al día
siguiente para prepararle un buen desayuno y convencerla de que era el mejor
compañero de piso que ella pudiera desear.
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Miiiiiil PERDONES por no estar posteando, tuve miileeess de cosas :/
Aca les dejo cap... en una horita el proximo....
Si sos fan de Lali Esposito entra al Blog http://sonrisasworld-fclali-blogspot.com.ar
al Face: /SonrisasWorld Tw: @SonrisasWorld y una Sorpresa de Lali hacia el FC lo podes ver en el Canal de Youtube: SonrisasWorld
Muchas graaacias!
besooos