Con tacones y un traje de oficina, con
dos monstruosas maletas y el ordenador colgado al hombro, Lali Esposito se
quedó en las escaleras de piedra que bajaban hasta la casa en la playa que
acababa de adquirir. Entrecerró los ojos para protegerse de los rayos del sol
de California y se preguntó que había hecho para merecerse aquel infierno.
La mayoría de la gente pensaría que una
playa de arena blanca, el océano y las gaviotas graznando y hundiéndose en el
agua para pescar conformaban una imagen pintoresca y atractiva, perfecta para
darse un baño refrescante, construir castillos de arena y dar un paseo al
atardecer. Pero Lali Esposito no era como la mayoría de la gente.
Para ella, la playa no era agradable. Era
una superficie demasiado granulosa por la que andar y olía a pescado. El sol
quemaba y producía ampollas, y la sal del mar le picaba en la piel.
No, a Lali no le gustaba la playa. Y sin
embargo, tenía que vivir allí.
Estaba exhausta. Acababa de bajarse del
avión que la había llevado allí desde Londres y tenía jet lag. Lo único que le
apetecía era dormir durante una semana seguida, pero no podía permitirse ese
lujo. Tenía que pensar en cómo iba a empezar su propio negocio de consultoría
dos años antes de lo que había planeado. Se apoyó en la barandilla,
desmoralizada, hasta que repitió mentalmente el lema de su madre: «Hay que
mirar hacia delante».
Lo primero que tenía que hacer era cruzar
aquella playa sin estropear las medias de seda que se había comprado en honor a
su nueva vida en Londres, la vida que Cande había tirado por la ventana. Por la
ventana del piso veintisiete del edificio donde estaba la oficina de su
cliente, Agustin Sierra, para ser precisos. A aquella altura, las ventanas ni
siquiera se abrían.
-Agus y yo estamos enamorados -le había
dicho Cande, con el aire ligero de una heroína de romance, como si aquello
fuera suficiente para explicar cómo una mujer razonable se había convertido en
una tonta con la mirada de un cervatillo.
Lali había intentando razonar con ella.
Le había pedido que le concediera seis meses al asunto para convencerse de que
sus sentimientos eran reales. Pero no. Dos días de sermones no habían
conseguido hacer que la mirada de amor se desvaneciera de la cara de Cande.
Agus se iba a dar la vuelta al mundo, y ella lo acompañaba.
-Cuando el amor llegue, acéptalo, no
importa dónde te lleve -le había dicho Cande. ¿Acaso sus hormonas se habían
vuelto locas? ¿La habían hipnotizado? ¿Qué?
Aquel no era el plan. Y hacer planes era
la especialidad de Business Advantage, la empresa de Cande, a la que Lali había
entrado a formar parte hacía seis meses. Se habían conocido trabajando juntas
en el proyecto de fusión de dos empresas, una de ellas, la de Agus Sierra, y
Cande se había quedado tan impresionada con el talento de Lali que le había
pedido que se asociara con ella, para ayudarla en aquel proyecto y en todos los
demás.
Aquello encajaba a la perfección con su
idea del futuro. Había planeado trabajar con Cande durante dos años, o hasta
que se sintiera lo suficientemente segura como para establecerse por sí misma.
Pero todos sus planes se habían ido al traste. Por Cande. Por el amor.
Sierra también se había vuelto loco.
Enamorarse había hecho que se decidiera a vivir la vida intensamente. También
influía el hecho de que le hubieran diagnosticado erróneamente un cáncer. Por
aquellas dos razones de peso, él había replanteado su escala de valores. Lali
estaba de acuerdo con que los hombres de negocios se replantearan su escala de
valores, pero para mejorar sus empresas, no para abandonarlas.
Ella tenía muchas esperanzas puestas en
aquella experiencia en Londres. Era su gran oportunidad, la primera de su vida,
de ser parte activa en el proceso de evolución de una importante empresa, y se
forjaría una sólida reputación en los negocios. Aquello le proporcionaría caché
y elegancia. Por no mencionar todos los contactos internacionales. Y Londres,
en sí, era una ciudad magnífica.
Pero la aventura sólo había durado tres
semanas, y había tenido que volver a Los Ángeles para empezar su propia
empresa, solamente con un nombre, la información, los contactos que le había
cedido Cande y su propia valentía.
Antes de que Lali se marchara, Cande le
había dado lo que quedaba de Business Advantage, lo cual no era mucho, ya que
las dos habían terminado con los clientes de Estados Unidos antes de hacer el
viaje a Londres.
Y Lali se había quedado sola. Con un
suspiro, descendió por las escaleras que conducían a la casa, situada en Playa
Linda, donde viviría hasta que sus finanzas le permitieran mudarse a un lugar
más apropiado.
Cande se había sentido tan culpable por
abandonarla, que prácticamente le había regalado aquella casa, vendiéndosela
por una cantidad ridícula que además podría pagarle en unos cuantos años, así
que Lali no había dejado escapar la oportunidad. Aunque para ella vivir allí
era como estar de camping, la casa era una buena inversión. Mucha gente pensaba
que vivir en la playa era el nirvana.
Y, al menos, tenía una casa. Antes de
irse a Londres había dejado su apartamento, que parecía estar hecho a medida de
sus gustos y sus hábitos, y había metido sus cosas en un guardamuebles,
incluido todo su equipo de oficina.
Cinco pasos más abajo, el tacón se le
torció peligrosamente; perdió el equilibrio y se dio con el codo contra la
barandilla. Un chico que llevaba una tabla de surf la tomó del brazo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Espero que les guste... si quieren que les avise por tw, anotenlos en los comentarios :D
@LalaEsposito_MF (Maria Flor)
Besos
Me re gusto Maflo!!! Seguime avisando cuando subisssssss :))
ResponderEliminarme gusta, me gusta! Ya quiero Laliter jajajaja @siempreconlyp avisame! besos!
ResponderEliminarJaja es muy Buenaa la novee mee gusto mucho seguilaa quiero maas :DD!'
ResponderEliminar@maaff_lazaro
Me encanto la nove y amaria que me avisaras @LaliDiosax porfa. Un besoo
ResponderEliminarme gustooo muchoooo la noveeee y quiero que me avisaras @CasiAngeles_Mkd
ResponderEliminarbesos :D
Te encontré en caparatodos,así k te sigo desde ahí, xk no tengo tw.Me gustó Un extaño en casa.Pero pusiste también,el prólogo d ,En busca del amor,¿piensas subir las dos?.Gracias.¿Podrías quitar la verificación de palabras? es molesto,y muchas no comentan x no hacerla.
ResponderEliminarPerdón,ya vi k diste a elegir ,y salió Un extraño en casa.Espero k cuando acabe, pongas En busca del amor.
ResponderEliminarQ buena es!Me gusta! Y a mí me encanta la playa!El chico de la tabla es Peter,no?
ResponderEliminarme gusto la novela!!! ya espero que el proximo y ver quien la tomo del brazo
ResponderEliminarbesos
Nueva lectora :) me encantó el primer capítulo! maaas noove! Besos
ResponderEliminarHola amigaaa! Jejeje! Quiero más nove aunque no la leí todavia estoy provando algoo...
ResponderEliminar:O Me encanta! quiero más! dale dale dalee!
ResponderEliminarMe gusta, me gusta!
ResponderEliminarAvisame @vale_cadenas!
Gracias!!
me gusta, me gusta!! espero que sea peter el que la agarro! yo quiero que me avises cuando subas @mclaraferrari!
ResponderEliminarme gusta me gusta, si podes avisame @lalipeter12 gracias :D
ResponderEliminary ahora si puedo comentar este cap!!! paa que estaba de mini vacaciones y usaba el celu para leer noves y todo eso :| no es muy comodo pero por lo menos puedo leer :) me encanto el cap!! esta nove esta buenisisisima!! <3 @LuciaVega14
ResponderEliminar