Estaba a punto de conseguirlo cuando oyó
golpes y ruidos en la cocina. Después, el horrible sonido de la batidora. No
había duda de que Peter estaba haciéndose un batido.
Después de eso, alguien llamó a la
puerta. Lali oyó la risita de un niño, los ladridos de un perro y los arañazos
de las uñas en la madera del suelo. Dios. Su nueva casa era demasiado pequeña
para dos personas, especialmente si una era tan ruidosa, popular y, tenía que
admitirlo, tan atractiva como Peter Lanzani. Demasiado como para disfrutar de
la tranquilidad. Demasiado como para dormir.
Lo mejor sería que Peter encontrara otro
lugar en el que quedarse, o ella misma lo encontraría por él.
Peter le dio a Cris un par de tablones y
un bote de pintura y le prometió que lo ayudaría a construir la cabaña sobre el
árbol al día siguiente. Cris había estado pidiendo aquella cabaña desde el día
que Peter había llegado, hacía tres semanas. El niño estaba solo y sus padres
se estaban divorciando, así que Peter había jugado unas cuantas veces con él y
después había ido a presentarse a su madre, para que la mujer estuviera
tranquila. Además, había conocido a la niñera, una cita en ciernes, y las cosas
habían mejorado mucho.
En aquel momento no podía salir. Tenía
que arreglarle la bicicleta a Stefano y quería estar por allí cuando se
levantara su nueva compañera de piso. Bajó el volumen de la música, en
deferencia hacia la bella durmiente, aunque creía que la había oído moverse por
la habitación.
Nerviosa. La manera de comportarse con él
le había demostrado que estaba preparada para la acción. A pesar de la
confusión del jet-lag, el moño, el traje y su postura erguida hablaban alto y
claro sobre su personalidad. Era algo agresiva y muy seria.
Él no iba a mudarse. Había dejado su
apartamento anterior, y necesitaba tener sitio para todo su equipo. Le gustaba
vivir en el mismo lugar en el que trabajaba, y no podía permitirse el lujo de
pagar un alquiler si quería ahorrar para el viaje de su hermana Rochi.
Tendría que conseguir que Lali se
sintiera cómoda viviendo con él para que olvidara esa idea de que él se
marchara de la casa.
Ajustó las marchas de la bicicleta de Stefano
e hizo girar los pedales. Mucho mejor. Le gustaba trabajar con sus manos y
arreglar máquinas. Aquello era algo que había aprendido de su padre, el
almirante don limpio y ordenado, y le había compensado de alguna forma por
todas las normas, las imposiciones y la tristeza mientras crecía.
Ojalá su padre no fuera tan duro con Rochi
como lo había sido con él. Rochi lo negaba, pero era demasiado buena y dulce
como para rebelarse.
Aquello le recordó a Peter que habían
planeado que ella fuera a hacerle una visita a la casa de la playa aquel fin de
semana. No era una buena idea, teniendo a la casera allí mismo. Tener a una
invitada adolescente, aunque fuera tan lista y buena como Rochi, iba a molestar
a Lali Esposito. Dejó la bicicleta y descolgó el teléfono para posponer la
visita un par de semanas.
-¿Dígame? -su padre. Demonios. Odiaba
hablar con aquel hombre, odiaba su tono de disgusto.
-Hola, señor.
-Peter, ¿qué tal?
-Muy bien, señor. ¿Está Rochi?
-Sí, sí está -pausa. Silencio-. No has
venido por casa en dos meses.
-He estado ocupado. He tenido mucho
trabajo... -dejó que las palabras se desvanecieran.
-Le debes a tu madre presentarte en casa
de vez en cuando.
Para la inspección. Zapatos brillantes,
corbata bien anudada. Su padre era de la marina hasta los huesos.
-Iré en una o dos semanas.
-¿El sábado día quince? Se lo diré.
-Eso depende... -empezó a decir, pero la
última cosa que quería era tener otra discusión con su padre-. Muy bien. El
quince.
El almirante se quedó silencioso al otro
lado de la línea. Debía de tener algo más en la cabeza, o si no, ya habría ido
a buscar a Rochi. Aquellas conversaciones eran tan embarazosas para su padre
como para él.
-¿Algún progreso, hijo? -le preguntó
finalmente. Aquella era la forma en que el almirante Lanzani le preguntaba si
se había establecido, si había conseguido un trabajo, una mujer, si se había
convertido en un hombre con responsabilidades, deudas, cargas.
-Cada día es un progreso, señor
-respondió con un suspiro. No estaba dispuesto a hacer nada de la misma forma
en que su padre había hecho las cosas.
Hubo un silencio tenso. Después, su padre
dijo:
-Voy a avisar a tu hermana.
¿Por qué le latía el corazón de aquella
manera con aquellas conversaciones? Ya casi tenía treinta años. Era la vergüenza
que percibía en la voz de su padre. Su único hijo era un vago, libre y sin
compromiso, del cual no podía hablar con los otros oficiales, cuyos hijos
estaban en la Academia Militar o en el cuerpo diplomático, o eran abogados, o
expertos informáticos. Sentía que la vergüenza le quemaba la cara. Ridículo.
¿Qué le importaba a él lo que pensara su padre? Al contrario que él, Peter
disfrutaba de la vida. Disfrutar no era una obligación, así que el almirante
Lanzani no tenía tiempo para hacerlo.
Y con respecto a ser libre, era algo que
había aprendido desde muy pequeño, gracias a que su padre había sido trasladado
de base naval en base naval, desde Virginia a Florida, y después a California.
Peter había aprendido a desprenderse de las cosas cuando había sido necesario.
De adulto, cuando las cosas le resultaban aburridas, difíciles o extrañas, era
muy fácil para él abandonarlas.
De pequeño, todo aquello le había
resultado muy doloroso. Había tenido que despedirse de los equipos de natación,
de las novias, de los buenos amigos, de los profesores que lo habían inspirado.
Pero se había acostumbrado a ello y había aprendido a ser flexible, a estar
abierto a cosas nuevas que merecían la pena tanto como las antiguas.
Mudarse tantas veces había sido muy duro,
pero eso sólo era la punta del iceberg de los enfrentamientos con su padre. A Peter
nunca le habían gustado sus normas, y se había encargado de que su padre se
enterara.
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Espero que les haya gustadooo! :D
Mañana tendran dos mas :D
Me harian un gran favor si la recomiendan.... Muchas Gracias! :D
Besitos.. Maria Flor (@LalaEsposito_MF)
massssssssssss ♥
ResponderEliminarMe encanto el capítulo! estoy desesperada que ocurra algo Laliter jjejee maaas nooove! Besos
ResponderEliminares buenisimaa la novee mee enantaa la formaa de ser de peter :DD mee dejastee super intrigadaa :DD
ResponderEliminar@maaff_lazaro
Buenisimo el cap! Pobre Peter lo que habrá pasado... :" encima le hablaba al padre de ''Señor'' o.o espero que Lali no lo heche pobrectio u.u masssss noveeee por fasss :D @LuciaVega14
ResponderEliminarme encantaron los dos capítulos !!
ResponderEliminarespero los porximos
besos
Vaya infancia ,con razón,ahora lo tiene todo en completa libertad,sin el yugo paterno.Lali no va a ser capaz d echarlo,jajaja,no me quiero imaginar la convivencia.
ResponderEliminarAhora se comprende un poco más a peter!! Más!
ResponderEliminarme encanta espero el proximo, luego recomiendo la nove beso
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