-¡Hola, Peter! -le saludó Rochi
alegremente.
-¡Hola, ardilla! ¿Qué tal?
-Muy bien. He quedado segunda en
natación.
-Estupendo. ¿Ya ha dejado el almirante de
molestarte con lo de las notas? -guando se había marchado de casa, Peter se
había dado cuenta de que era posible que Rochi tuviera que pagar el precio de
su rebelión. Sus padres eran protectores en exceso y querían que se quedara en
casa, bajo vigilancia.
-No me estaba molestando, sólo estaba
preocupado por mí, eso es todo. Los padres hacen eso. Es su deber.
-Hay más cosas en el colegio aparte de
las notas, Rochi. No le dejes que te intimide con eso.
-Tranquilízate, ¿quieres? Yo también
quiero sacar buenas notas, para la universidad.
-Te queda mucho tiempo para la
universidad. Tienes que vivir la vida -él iba a asegurarse de que, en cuanto
terminara el instituto, Rochi pasara un año en Europa. Aquello era lo que ella
quería, aunque hacía tiempo que había dejado de hablar de ello. Él había visto
un folleto en su escritorio una vez que había estado en casa, en Acción de
Gracias. Estudia en el extranjero. Visita Europa y consigue créditos para la
universidad». Él le había preguntado sobre aquello, y ella se lo había
explicado alegremente, hasta que le había leído los precios. Entonces, todo su
entusiasmo se había desvanecido. Demasiado dinero. No tenía ni que decirlo.
Entonces fue cuando él decidió que lo
pagaría. Lo arreglaría todo, incluida la conversación con su padre. Peter no
permitiría que Rochi pagara sus pecados. En cuanto tuviera el certificado de
bachillerato, él la sacaría de la jaula en la que sus padres la habían
encerrado.
-Bueno, no puedo esperar más a que llegue
el fin de semana -dijo Rochi-. Tienes que enseñarnos a hacer surf. Voy a llevar
a Sheila. Quiere navegar.
-Eh... Por eso era por lo que llamaba -le
dijo. Odiaba tener que desilusionarla, porque ella pedía muy pocas cosas. A él,
y al resto de la gente en general-. Vamos a tener que posponer el viaje hasta
dentro de unas dos semanas.
-¿Posponerlo? ¿Por qué?
-Por que la situación ha cambiado.
Resulta que la dueña ha vendido la casa, y ahora la nueva propietaria está
aquí.
-Pues nos llevaremos los sacos de dormir
y dormiremos en el suelo.
-Todavía no. Está un poco susceptible;
-¿Has dicho propietaria? ¿Tu casera es una mujer?
-Sí.
-¿Y es soltera?
-¿Y qué importancia tiene eso?
-Tienes que poner en marcha todo tu
encanto especial.
-Tendré suerte si no me echa de una
patada en el trasero.
-¿Tiene ojos? ¿Orejas? ¿Libido?
-¿Libido? Esa es una palabra que tú no
debe= rías entender, y mucho menos usar.
-Tengo dieciséis años, Peter. Soy una
mujer, con necesidades de mujer.
-Ya es suficiente -aquella idea le daba
escalofríos-. Tómatelo con calma. Tienes toda la vida para involucrarte en...
eso... -y sintió que se ruborizaba. Rochi necesitaba un hombre sólido que
adorase el suelo por donde ella pisara, y sólo cuando fuera lo suficientemente
madura.
-Sí, sí, lo que sea —dijo ella-. ¿Estás
seguro de que no puedo ir?
-Lo siento.
-Supongo que mamá y yo alquilaremos una
película, o algo así.
-Sal con tus amigos. No dejes que te
encierren en casa.
-No me encierran en casa. Si estás tan
preocupado por mí, convence a tu casera de que me deje ir. ¿Cómo se llama?
-Lali.
-Es un nombre bonito. ¿Y ella? ¿Es guapa?
-Está bien -un cuerpo bien formado, con
todo en su sitio, según había podido apreciar a través de su traje. Durante un
momento había tenido el impulso de acostarse con ella. Pero aquello era una
mala idea si quería vivir allí todo el verano y un poco más. Podría complicar
las cosas.
-Bueno, ¿por qué no... esperas a ver qué
pasa?
-No vamos a tener esta conversación, Rochi.
-Muy bien. Pero ojalá encontraras a
alguien especial y dejaras de ser tan pesado conmigo.
-Sólo estoy cuidando de ti.
-Pues entonces, invítame a la casa de la
playa.
-Lo haré. Tan pronto como sepa si voy a
quedarme.
-Si tu casera es una mujer, te quedarás.
Él no estaba seguro de cómo entender
aquello, y no le gustaba que su hermana tuviera ni la más mínima idea de cómo
era su vida amorosa.
-Haz algo divertido este fin de semana
-le ordenó, y después colgó, con su compañera de piso en la cabeza. Seguro que
sería buena en la cama, activa, motivada, orientada a conseguir metas.
Conocería muchos trucos útiles. Hmm.
No. Necesitaba a Lali como compañera de
piso, no como compañera de juegos.
Me gusta, me gusta más!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarajajaja que nos pasho? jejej maaas nooove! Besos
ResponderEliminarLos pensamientos d Peter van x otros derroteros.
ResponderEliminarJAJAJAJ ROCHI ES UNA GENIA!
ResponderEliminarGENIAL EL CAP!
@loveTA_Col